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This page is an intermediate step in the lesson creation process. There is an accurate transcription of the Spanish words from the video below. Later we will make our usual lesson with two translations and our usual slow and fast recordings.
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El hombre de jengibre
Érase una vez que había una pareja de ancianos en una choza vieja y pequeña al lado de un bosque
Vivían una vida feliz y tranquila, su único arrepentimiento era no haber tenido un hijo propio.
Un día mientras la anciana hacía la mesa para galletas en la cocina, entró su esposo.
¡Querida! ¿Qué estás cocinando hoy?
¡Oh cariño! Hoy estoy horneando un hombre de jengibre.
La anciana amasó la masa y la cortó en la forma de un hombre de jengibre, después de ponerlo en el horno se sentó y comenzó a esperar a que el hombre de jengibre se horneara.
Cuando el aire de la cocina se llenó con olor de deliciosa galleta se puso los guantes y sacó al hombre de jengibre del horno.
Ahora era el momento de decorarlo, ella hizo los ojos con pasas y una bonita nariz con caramelos y luego usó un poco de crema para hacer su cabello y su ropa y finalmente usó cerezas para hacerle unos botones; después echó un vistazo a su obra maestra y dijo: -mi hombre de pan de jengibre se ve tan hermoso, pero siento que le falta algo-.
La anciana lo miró de nuevo y: -oh, su boca, me olvidé de hacerle su boca-. Ella dibujó una boca con crema en el rostro del hombre de jengibre. – oh si, ahora ya eres todo un hombre de jengibre! -.
En ese momento sucedió algo inesperado –gracias-. – Pero, ¿cómo puede ser?, ¿estás hablando?, El hombre de jengibre de repente se puso de pie y comenzó a correr, – ¡si y también puedo correr!
El hombre de jengibre saltó del banco de la cocina a la silla y luego al suelo y se echó a correr hacia la puerta de la cocina que daba al jardín, – ¡vuelve! la anciana gritó, el hombre de jengibre hablaba mientras corría: – ¡Sí, corre, corre lo más rápido que puedas, pero nadie puede atraparme porque soy el hombre de jengibre!
La anciana salió al jardín y comenzó a correr detrás del hombre de jengibre, el anciano miró por la ventana, vio a su esposa corriendo y gritó: – ¡oye, a dónde vas! La anciana le respondió a su marido mientras corría: – ¡mi hombre de jengibre se escapó, estoy tratando de atraparlo! El anciano se quedó sin palabras, la anciana corrió, pero el hombre de jengibre fue tan rápido que fue imposible atraparlo, después de un rato el hombre de jengibre se encontró con un rancho, una vaca de campo lo vio: – ¡muu, qué buena galleta, debería atraparla y comerla! La vaca también comenzó a correr detrás del hombre de jengibre, – ¡espera, no corras, voy a comerte! -. ¡sí, corre, corre lo más rápido que puedas, una anciana también intenta atraparme, pero nadie puede, porque yo soy el hombre de jengibre! La anciana y la vaca corrían detrás del hombre de jengibre y justo después un cedo también vio al hombre de jengibre, – ¡oink, oink, un hombre de jengibre, un deleite para mis papilas gustativas, espera y te atraparé. El hombre de jengibre le respondía al cerdo mientras corría: -¡sí, corre, corre lo más rápido que puedas, una anciana y una vaca también intentan atraparme pero nadie puede porque yo soy el hombre de jengibre.
Mientras todos corrían con el hombre de jengibre al frente y la anciana, la vaca y el cerdo detrás de él, un pollo vio al hombre de jengibre mientras buscaba algo de comida, – ¡cuack, cuack, cuack, este debe ser mi almuerzo; entonces el pollo se sumó al resto, – ¡corre tanto como quieras, cuack, cuack, cuack…! – ¡Sí corre, corre lo más rápido que puedas, una anciana, una vaca y un cerdo no pudieron atraparme, tampoco tú, nadie puede, porque yo soy un hombre de jengibre!
El hombre de jengibre iba al frente y lo seguían la anciana, la vaca, el cerdo y el pollo, todos continuaban corriendo, pero el hombre de jengibre estaba cada vez más lejos de los demás. El hombre de jengibre estaba tan feliz y orgulloso de sí mismo: – ¡Soy el hombre de jengibre el más brillante y rápido del mundo, si soy yo, nadie puede atraparme porque soy un hombre de jengibre! -.
Cuando miró hacia adelante pronto el hombre de jengibre vio que estaba llegando a un río y se detuvo porque sabía que el agua podía hacerlo derretirse: – ¡Aah, ooh! ¿Y ahora qué? –
La anciana, la vaca, el cerdo y la gallina estaban muy cerca ahora, justo en ese momento, apareció un zorro volador detrás de un árbol, – ¡Sé cómo nadar, si quieres puedo ayudarte!
El hombre de jengibre lo pensó- ¿y si me comes?, – ¡no tienes que preocuparte, no quiero comerte solo quiero ayudarte a cruzar! El hombre de jengibre confió en el zorro esquivo y saltó sobre su cola, agarrándose tan fuerte como pudo, el zorro saltó al río y comenzó a nadar. Mientras tanto, la anciana, la vaca, el cerdo y el pollo llegaron a la orilla del río y vieron al hombre de jengibre cruzando en el lomo del zorro, impotentes lo vieron irse sabiendo que no podían atraparlo más. Le río comenzó a hacerse más profundo y el agua comenzó a subir, – ¡oye zorro, mantén la cola levantada, casi me mojo-. – ¡súbete a mi espalda, es más seguro!
El hombre de jengibre saltó sobre la espalda del zorro, nadaron durante un tiempo, pero a medida que el agua se hacía más profunda, la espalda del zorro comenzó a hundirse en el agua, – ¡temo que te mojes, por qué no saltas sobre mi cabeza donde es un poco más alto-. El hombre de jengibre se subió a su cabeza, el zorro continuó persiguiendo su plan y sumergió su cabeza en el agua, – ¡el agua ha subido demasiado, por qué no te pones en mi nariz, es más alto! Entonces el hombre de jengibre se puso encima de la nariz justo cuando estaban a punto de llegar a la orilla el zorro inclinó la nariz, lanzó al hombre de jengibre al aire y abrió la boca, el hombre iba a caer en su boca y el zorro se lo comería pero no sucedió así, mientras el hombre de jengibre estaba en al aire un cuervo que volaba justo encima de ellos atrapó al hombre de jengibre con su pico, el zorro se quedó allí mirando con la boca abierta el hombre de jengibre esperó a que el cuervo volara un poco más y le preguntó: -¿los cuervos comen galletas de jengibre? – ¡si!
Cuando el cuervo abrió su pico para hablar el hombre de jengibre cayó y comenzó a correr tan rápido como pudo, – ¡sí, corre, corre lo más rápido que puedas una anciana, una vaca, un cerdo, un pollo, un zorro y un cuervo también intentaron atraparme, pero nadie puede porque soy el hombre de jengibre, el hombre de jengibre siguió corriendo y no se detuvo.
Si ves pasar a un hombre de jengibre corriendo no trates de atraparlo porque él es el hombre de jengibre y nadie puede atreverse a atraparlo.